Las tecnologías de la información y la comunicación permiten obtener la trazabilidad en la cadena de suministro y minimizar las ineficiencias. Por ello, es imprescindible que los procesos de logística externa, de aprovisionamiento, de logística interna, de transporte, almacenaje y distribución estén debidamente automatizados y sistematizados utilizando los recursos tecnológicos que mejor se adapten a las necesidades de cada cadena de suministro.
Para poder tener una trazabilidad completa en la cadena de suministro es imprescindible apoyarse en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que son las herramientas que permiten disponer de datos veraces de cómo, cuándo y por dónde se transporta una mercancía en cada momento.
La trazabilidad tiene que ser posible de principio a fin de una cadena, es decir, desde que la mercancía sale de las instalaciones la empresa cargadora/exportadora/vendedora, hasta que llegan a destino de la receptora/importadora/compradora, pasando por el operador logístico o empresa transitaria o transportista que realiza la operación.
Por esta razón, cada eslabón de la cadena de suministro debe adoptar aquellas tecnologías que permitan cumplir con la trazabilidad específica que requiere una mercancía, ya que no es lo mismo transportar carga seca, por ejemplo, que productos perecederos (alimentos, fármacos, etc.) que requieren viajar a una temperatura controlada y en unas condiciones de seguridad determinadas.
¿Por qué es necesaria la trazabilidad en la cadena de suministro?
Las TIC permiten disponer de una gran cantidad de datos de la cadena, almacenarlos, gestionarlos y emplearlos en cualquier momento. Se trata de contar con una información fiable y de calidad para poder reaccionar a tiempo y paliar o revertir la situación que se pueda producir a causa de alguna incidencia.
Además, dada la complejidad de los procesos y las actividades que implica la cadena de suministro, es inevitable utilizar las tecnologías de la información para el tratamiento y posterior análisis de los datos para mejorar la planificación del proceso e implementar mejoras en el desarrollo de otras cadenas de suministro.
Por otro lado, el hecho de disponer y gestionar datos fiables conlleva atenuar las ineficiencias y reducir los costos, mejorar el flujo de las mercancías, reducir inventarios y minimizar los tiempos de transporte, almacenaje y distribución.
Tecnologías que permiten la trazabilidad en la cadena de suministro

Para controlar cada una de las partes de una cadena de suministro (transporte, almacén, gestión administrativa y documental, etc.) existe una gran variedad de tecnologías.
Si nos ceñimos a la logística de aprovisionamiento o logística externa (planificación y gestión de actividades relacionadas con los agentes de la cadena de suministro), una de las TIC más común es el EDI (Electronic Data Interchange) que permite el intercambio de documentos entre empresas que participan en la cadena, sin intervención manual y de forma automatizada y normalizada.
Otra TIC es el e-procurement, una herramienta que automatiza los procesos y el flujo de datos relacionados con el aprovisionamiento (compras, pedidos) y permite compartir información entre la empresa compradora, la vendedora y la proveedora.
Para controlar el aprovisionamiento, otras herramientas utilizadas son el VMI (vendor-managed inventory) y el CRP (continuous replenishment program) que, a través del intercambio de información, permite que la proveedora pueda gestionar aspectos como el nivel de stock de su clientela, generar pedidos y controlar el inventario.
Por lo que respecta a las TIC para controlar la logística interna de la cadena de suministro (almacenamiento, gestión de pedidos, etc.), la más utilizada es el ERP (enterprise resource planning), que permite gestionar diversas funciones de una empresa como la manufacturación, la logística, las finanzas o los recursos humanos.
También encontramos el WMS (warehouse management system) para la administración del flujo del producto en las instalaciones logísticas y la generación de órdenes de pedidos de los clientes.
En cuanto a la operativa dentro del almacén logístico, encontramos el RFID (radio frecuency identification), una tecnología que, utilizando etiquetas o tags que emiten señales de radio que captan los lectores, permite identificar un producto de forma automática tanto en las instalaciones de la compañía fabricante como en las de la que realiza operaciones logísticas.
Asimismo, existen el código de barras y el código QR. Pasando la mercancía, que puede estar empaquetada o paletizada, por un lector se obtiene información sobre su procedencia, su localización, el número de unidades, etc.
Finalmente, y por lo que respecta a las tecnologías para la logística externa más relacionada con los procesos de distribución final, cabe destacar:
- TMS (transportation management system) para administrar, planificar y controlar las rutas de transporte y optimizar la red de distribución.
- CRM (consumer relationship management), que administra la relación con la clientela (marketing, ventas y servicio de atención).
- EPC (electronic product code), un sistema de radiofrecuencia que identifica los productos automáticamente a lo largo de la cadena de suministro.
- GPS (global position system), sistema de geolocalización vía satélite que permite saber la ubicación exacta de una mercancía o un vehículo de transporte.
Nuevas tecnologías para la trazabilidad de la cadena de suministro
Han surgido nuevas tecnologías que están revolucionando la cadena de suministro y que se perfilan como las grandes herramientas para agilizar las operaciones logísticas, haciéndolas más seguras, eficientes y competitivas.
Para la trazabilidad de la cadena de suministro ya se están empezando a utilizar tecnologías revolucionarias como la cadena de bloques o blockchain, con información que permite un seguimiento seguro, los datos masivos o big data, que mediante el análisis de gran volumen de datos complejos permite extraer conclusiones y aprender de los errores; el internet de las cosas, con interconexión digital entre todo tipo de objetos a través de internet; la inteligencia artificial, con la combinación de algoritmos para crear máquinas con capacidades humanas; el cloud computing, con el intercambio de datos entre máquinas, a lo que cabe suma los robots, la impresión 3D o los vehículos conectados y autónomos.
Estas nuevas tecnologías empiezan a ser el presente y, sin duda, van a ser las protagonistas en un futuro inmediato en cualquier ámbito de actividad económica y, también, en la trazabilidad de la cadena de suministro.